¡Compro
todo lo viejo… Cameero... cameeeero!
El pregón lleno de energía y esperanza se agota a medida que avanza el día.
Por la carretera Mella, en la Provincia Santo Domingo, se ve avanzar la destartalada camioneta roja, que avanza “como perdonando el tiempo” cargada de desechos de metal y a los “cameros”, con el rostro ajado lo mismo que la vieja mercancía que llevan.
Por la carretera Mella, en la Provincia Santo Domingo, se ve avanzar la destartalada camioneta roja, que avanza “como perdonando el tiempo” cargada de desechos de metal y a los “cameros”, con el rostro ajado lo mismo que la vieja mercancía que llevan.
Igual se
escucha en el sector Evaristo Morales, en el Distrito Nacional, aunque el
llamado surge de un reluciente camioncito blanco, que se desliza presuroso por
las amplias calles y avenidas bordeadas de verde, gritando su pregón
interminable: “Compro cama vieja, su inodoro se lo compramos, el
lavamanos... todo lo que sea de cobreee...”
La camioneta destartalada transita rebosante con una maraña de lo que más bien
parece basura, el camioncito blanco y reluciente se mueve vacío... pero con la
esperanza de que la trabajadora doméstica de alguna de las residencias del
Evaristo Morales venda algo y quizás con un par de artículos logre igualar o
superar los ingresos de sus colegas de la Carretera Mella.
El
ingreso económico en el país por concepto de reciclaje de metales es el primero,
frente a otros productos que se
reciclan, ya que de los cerca de 200 millones de dólares
que (han ingresado) por exportación en los últimos tres o cuatro años producto
del reciclaje, el de los metales debe andar por los 111 millones, dijo el coordinador de Políticas de Residuos Sólidos y
Reciclaje del Ministerio de Medio Ambiente, Domingo Contreras, en entrevista ofrecida a Joaquín Caraballo, de Diario Libre.
Domingo Contreras. Foto: fuente externa |
Para el
año 2016, las exportaciones de metales aumentaron alrededor de un 38% sólo en
varillas de acero, mientras que por concepto de exportación de minerales
aumentaron un 1.5% como consecuencia de la reactivación del ferroníquel, según
el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD).
Durante el año 2009, la República Dominicana exportó cobre por “US$10.54 millones, lo que representó una caída de US$5.18 millones con relación al 2008”, señaló el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD).
Para exportar chatarra y desperdicios de cobre, el mecanismo no se basa sólo en comprar al pregón por las calles de la ciudad, sino que debe responder a reglamentos estrictos, pues tal como figura en la Norma 2-10 que establece la prohibición temporal de la exportación de desperdicios de cobre, los altos precios del metal en el exterior, “estimula el robo de metales, especialmente el cobre”.
Durante el año 2009, la República Dominicana exportó cobre por “US$10.54 millones, lo que representó una caída de US$5.18 millones con relación al 2008”, señaló el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD).
Para exportar chatarra y desperdicios de cobre, el mecanismo no se basa sólo en comprar al pregón por las calles de la ciudad, sino que debe responder a reglamentos estrictos, pues tal como figura en la Norma 2-10 que establece la prohibición temporal de la exportación de desperdicios de cobre, los altos precios del metal en el exterior, “estimula el robo de metales, especialmente el cobre”.
De
acuerdo con la multinacional minera Barrick Gold, dedicada a la extracción
de oro, la República Dominicana cuenta con una gran riqueza mineral, donde
destaca yacimientos de oro, níquel, cobre, bauxita, mármol, piedra caliza,
entre otros.
En el mes
de agosto del presente año, en el país fue suspendido durante 90 días el
otorgamiento de concesiones de explotación minera, así como por seis meses la
recepción de solicitudes de concesiones de exploración, para mejorar la
normativa en materia de minería, según publicó la Dirección General de Minería
(DGM).
Y
mientras en los grandes mercados se habla de millones de dólares con la tasa de
cambio que ronda los 50 pesos por un dólar, el comprador de chatarras sigue con su
cadencioso pregón, ¡cameeroo!, ¡compro todo lo que sea de
cooobreee!, con la
esperanza de que lo obtenido le permita una comida caliente con su familia... o
quizás, solo quizás, nada más alberga pensamientos etílicos para los centavos
que obtenga.
(Publicado en Cuartilla y Media y adaptado para práctica de periodismo digital. Las fotos y vídeos serán usados de manera transitoria)
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